lunes, 20 de diciembre de 2010

Movado Zenith

Quisiera continuar con la temática de la anterior entrada y presentar otro reloj con doble firma en la esfera, resultado de otro importante momento en la historia relojera. El que surgió con motivo de la pugna por desarrollar el primer cronógrafo automático de la historia.
A finales de los años 60 varios grupos relojeros ( Zenith-Movado-Mondia por una parte, Breitling, Hamilton-Buren, Heuer-Leonidas y Dubois Depraz por otra y Seiko de forma independiente) se embarcaron en esta carrera por desarrollar el primer calibre cronógrafo automático y con ello colocarse en la élite de la tecnología relojera de la época. 
Permítanme en esta ocasión centrarme en el primero de los grupos. La unión Zenith con Movado duró desde el 69 hasta 84. El motivo de esta unión fue, además de monetario, ( Zenith necesitaba financiación para acometer el proyecto de fabricación del cronógrafo y la empresa no estaba en sus mejores momentos tras la aparición del cuarzo) la experiencia y conocimientos que podía aportar Movado al proyecto en los nuevos calibres de 36.000 alternancias. Porque Zenith tenía claro que quería desarrollar un cronógrafo innovador tanto por su original concepción del sistema de carga como por su exactitud. Y eso se lo proporcionarían las 36.000 alternancias/hora, perfectas para medir tiempos cortos y precisos, ya que con esta frecuencia el cronógrafo es capaz de medir tiempos de hasta 1/10 de segundo.




El movimiento que surgió de esta unión fue el calibre 3019 PHC, más conocido como "El Primero". Una denominación en esperanto para otorgarle universalidad, o para algunos en castellano, ya que la presentación internacional se realizó en Madrid. Posteriormente este calibre paso a denominarse 400.
El reloj que les presento, como pueden observar, no está firmado con esa denominación de "El Primero" en la esfera. Solamente aparece el logotipo de la estrella de Zenith junto a las dos marcas. 










La caja y armis podemos encontrarlos en otros modelos Zenith de la época









La tapa también está firmada con la estrella enmarcada.


No así el calibre, que aparece grabado en el rotor por Movado y la denominación del movimiento. Veamos las características del mismo. Tiene 30 mm (13´´´) 50 h de reserva, 31 rubís (los primeros modelos iban montados con 17 piedras y los posteriores con 31) y como comentábamos antes 36.000 alternancias/hora. Monta sistema Incabloc.


Es un cronógrafo de rueda de pilares, con contador de 30 minutos a las "3", de 12 horas a las "6" y subsegundos a las "9". Además ventana de fecha entre las "4" y "5" con pase rápida de la misma. 


Este movimiento se continúa fabricando en la actualidad con mínimas modificaciones y ha sido utilizado por otras grandes marcas como puede ser Rolex en los primeros "Daytona".  
Por su parte Movado montó este calibre denominándolo "Datron" con mínimas diferencias con su hermano "El Primero" como por ejemplo la ventana de fecha a las "12".
Espero que les haya gustado. 
Un saludo

domingo, 21 de noviembre de 2010

Omega Watch co. Tissot

El reloj que quisiera mostrarles en esta ocasión se trata de una rara pieza que atestigua la unión de dos grandes marcas relojeras ocurrida ya hace más de 80 años. 
La crisis de finales de los años 20 hizo que se derrumbase el mercado relojero en Europa. Después de la Guerra, en la que Omega había sido uno de los principales proveedores de relojes militares, Omega encontraba enormes dificultades en un mercado que se desmoronaba con una de las peores crisis que había sufrido el mundo hasta entonces. 
Tissot, por otra parte, con la Revolución rusa perdió su principal mercado además de la gran fuente de prestigio internacional que para la marca era la Familia Real Rusa.
Por ello, en 1929 ambas empresas fundan la "Societe Suisse pour l'industrie Horlogere S.A.", más conocida como SSIH, con la intención de unir fuerzas para poder mantenerse en la élite del mundo de la relojería. Esta unión mantuvo las dos marcas en el mercado, cada una en el nicho de mercado en el que intentaba establecerse: Omega en la alta gama y Tissot dentro de una gama media. 




Volviendo a la pieza que acaba de entrar en la colección diré que se trata de un reloj de 1937, de oro de 18k con pequeños segundos a las 6 y en el que aparecen excepcionalmente las dos marcas firmando el dial. Parece ser que para algunos mercados, como Sudamérica, Tissot produjo algunos relojes bajo esta denominación. 




Tiene una medida de unos 30mm. sin contar la corona y esfera negra sobre la que destacan los índices dorados.
Monta el calibre Tissot 27 que empezó a producirse en el 36 y permaneció en el mercado hasta 1949. Se trata de un calibre de 12 líneas, que lleva 15 piedras y late a 18000 Alternancias. Con una reserva de 43 horas.




Podemos observar como en la rueda de rochete también aparece reflejada esa denominación de "Omega watch co Tissot, pero en el puente sólo aparece marcado Tissot. 




Al igual que en la tapa




Durante los siguientes años fueron sumándose otras marcas a esta sociedad como Lemania, Lanco, Cortébert, así hasta sumar unas 50 empresas absorbidas. En 1983 se produjo otra importante fusión con el otro gran grupo relojero suizo, Allgemeine Schweizerische Uhrenindustrie AG (ASUAG) y dos años más tarde la definitiva al tomar Nicolas Hayek, el presidente de Swatch el control de la nueva compañía.


Espero que les haya gustado, un saludo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Harwood. Relojes automáticos de pulsera

Desde que a mediados de 1800 el invento de la corona de remontar sustituyó a las llaves como instrumento para cargar el reloj y pasaron al olvido las molestias de ese proceso de remontaje, pasaron un montón de años hasta que se propusiera algún cambio que evolucionara este sistema.  El siguiente paso  sería la incorporación de un mecanismo que automatizara el remontaje, y, aunque esto no se comercializó hasta prácticamente los años 30 del siguiente siglo, tenemos que indicar que la invención de la carga automática se remonta a 1772 cuando Abraham Louis Perrelet presentó un reloj de bolsillo al que se le añadía un mecanismo oscilante al calibre que armaba el reloj.


Breguet mejoró el invento y puso a la venta el "Perpetuelle", el considerado primer reloj automático comercializado. Pero la falta de precisión y eficacia en la carga condenaron al sistema al olvido.
Y de ese olvido empezó a salir a comienzos del siglo XX gracias a Leon Leroy, relojero francés gran conocedor de la historia de la relojería,  que aplicó los avances realizados en los relojes perpetuos de bolsillo a los de pulsera. En 1922 la firma Leroy presentó el primer reloj de pulsera con mecanismo de remontaje automático. Sin embargo este reloj nunca llegó a producirse para la venta por lo que tenemos que esperar hasta que el relojero John Harwood registrase la patente de su invento.
John Harwood fue un relojero inglés que sin tener conocimientos de la historia de la relojería ideó un sistema de carga para los relojes de pulsera similar al que se había utilizado en los anteriores intentos. En 1923 registro la patente en EEUU, en Inglaterra, con el número 1576120 y en Suiza, con el número 106583.


Sobre un calibre AS de la época realizó varias modificaciones. Añadió una masa en forma de sector circular sobre el eje central del movimiento que gira describiendo un ángulo de aproximadamente 135º. Este sector tiene en ambos extremos unos topes que amortiguan los golpes. Con el desplazamiento de la masa engrana el piñón del barrilete produciéndose el armado, aunque solamente se realiza en un sentido.















Calibre de un Harwood con el número de patente inglesa grabado. 




















Modelo con el número de patente suiza


El tamaño del calibre (AS) son 11,5 lineas que sumándole la masa alcanza 25, 6 mm. Tiene 15 piedras y late a 18000 A/h.
Otra particularidad de este reloj es que no dispone de corona. La intención de Harwood era hacer un reloj lo más hermético posible para aumentar la vida del movimiento y la fiabilidad. El movimiento de las agujas se realiza con el bisel. Girándolo a un lado u otro podemos ver como cambia de rojo a blanco una pequeña ventanita que se encuentra en la esfera sobre el 6, la cual indica que podemos mover las agujas si está en blanco o si el bisel se encuentra en posición de seguridad (no se mueven las agujas) si está en rojo. Ese bisel hace girar la corona que se encuentra en la parte interna del reloj, a la altura de las 6.














Detalle del bisel estriado que permitía la puesta en hora




A partir de 1926 comenzó la producción en serie del reloj conjuntamente con la manofactura suiza Fortis y el fabricante de movimientos A. Schild. Posteriormente también fueron fabricados por Blancpain para los mercados francés y español. En Estados Unidos fueron puestos a la venta bajo la marca "Perpetual".
El éxito de estos relojes fue escaso pues la crisis del 29 y algunos problemas en el diseño del movimiento (el peor fue la limitada autonomía, con un máximo de 12 horas)  llevaron a la empresa a la bancarrota en 1931. Pero quedará para la historia como el primer reloj de pulsera comercializado.
En 1931 Harwood presentó otro reloj, el "Autorist", con un curioso sistema de remontaje, es la muñeca al tensar la pulsera la que carga el mecanismo.







Un saludo a todos, espero que les haya gustado

domingo, 7 de noviembre de 2010

Reloj de transición



Hola a todos. Quisiera mostrarles uno de los últimos relojes que han llegado. En este caso se trata de un reloj de mujer pero que incorporé a la colección en cuanto se presentó la oportunidad porque buscaba un reloj de transición desde hacía algún tiempo. Antes un poco de historia.
Los primeros relojes que se adaptaron para ser llevados en la muñeca eran femeninos puesto que en un principio eran considerados más un adorno que un reloj. El primer reloj de pulsera documentado es el que realizó la firma Breguet en 1810 por encargo de la princesa regente de Inglaterra Caroline Murat. Otros historiadores consideran que ese primer reloj es el que le regaló el conde de Leicester a la reina Elizabeth I de Inglaterra, pero este hecho no está acreditado.




Reloj-joya para dama. Circa 1812, conservado en el museo de relojería Château des Monts (Le Locle, Suiza)







Poco a poco, y comenzando fundamentalmente por los de uso militar, fueron generalizándose los relojes de pulsera. La comodidad de poder consultar la hora echando un simple vistazo a la muñeca rápidamente animó a los ejércitos a solicitar a las firmas relojeras instrumentos para poder ser utilizados de esa forma. Al principio simplemente se trataba de relojes de bolsillo con unas asas soldadas a las cajas para poder acoplarles correas que los sujetasen en la muñeca, y con unas rejillas metálicas que protegían el cristal de los impactos (estos relojes solían llevarse por encima de los uniformes).






















En 1928 el reloj de pulsera superan ya en ventas a los de bolsillo.

El que me gustaría presentarles es un reloj anónimo. Es de oro de 18k con asas móviles acopladas a la caja y la tapa trasera se abre por medio de bisagra. La esfera también lleva bisagra.
Unas imágenes del reloj:




La esfera es de porcelana y tiene pequeñas marcas indicando los minutos y discretamente mayores las de las horas en forma romboidal. Las agujas son pavonadas y lleva el 12 marcado en rojo típico de la época.






La corona de remontar junto a la puesta en hora.


El calibre tampoco tiene ninguna marca. Con una medida de 11,5 ´´´ =26mm. y escape de cilindro. 




Por lo que he podido averiguar se trata de un un movimiento circa 1900, de 6 piedras, 18000 alt/h y una reserva de marcha de unas 30 horas.






Espero que les haya gustado. 
Un saludo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Relojes en el tiempo

Desde la prehistoria el hombre a intentado medir el tiempo. Nos quedan restos de ingenios  que se construyeron con la intención de marcar momentos importantes al coincidir la alineación de diversos astros con megalitos u otras construcciones.
El ingenio poco a poco proporcionó otros instrumentos que eran capaces de medir el tiempo en periodos cada vez más cortos hasta poder calcular la duración del día y la noche así como su transcurso.
Para ello los egipcios levantaron obeliscos con cuya sombra calculaban el tiempo. El siguiente paso sería la creación de un mecanismo que no implicara la necesidad de basarse en los astros, que imposibilitaban los cálculos nocturnos y en muchas circunstancias meteorológicas adversas. Y así surgieron los relojes de agua o clepsidra (que consistían en recipientes de agua regulados que dejaban escapar el líquido) y posteriormente los de arena.
Los relojes tal y como los conocemos hoy en día, instrumentos con agujas que avanzan marcando las horas gracias a un mecanismo, aparecieron hace varios siglos. En un principio y durante mucho tiempo la fuerza que proporcionaba el movimiento a esos mecanismos la producía un peso que colgaba. Se conserva un ejemplo de esos primitivos relojes en el palacio de Carlos V en París, donde se encuentra un reloj fabricado en 1364.
En 1675 Huygens introdujo la espiral que junto a otras mejoras en el sistema de escape, oscilador y nuevos materiales dio lugar primero a los relojes portátiles y posteriormente a los actuales relojes de pulsera.
Básicamente serán estos últimos a los que hagamos referencia en el blog. Intentando hacer un recorrido desde los primeros relojes mecánicos hasta los actuales de cuarzo.